¿Cuál es el valor de tu sinceridad como Influencer?

¡Muy buenas chiquis y Feliz Año Nuevo! Llevo tiempo dándole vueltas a escribir este post y no se me ocurre nada mejor que subirlo hoy para empezar el nuevo año con buen pie y buenos propósitos. Y es que la sinceridad, no sólo en el mundo real sino en el 2.0 (o 3.0), parece que sea cada vez más difícil de conseguir, ¿que por qué digo esto?, quedaos a leer el post hasta el final y lo descubriréis.

Ahora que las compras que hacemos se rigen más por la opinión de l@s influencers que seguimos que por la publicidad que pueda hacer la propia marca, hay que tener cuidado y saber escoger bien a quién seguimos y en quién confíamos ciegamente porque: ¡no es oro todo lo que reluce!

No son pocas las marcas que contactan con influencers y les dan un pago (en dinero o especie) a cambio de que opinen de sus productos y, aunque sea una práctica muy frecuente y habitual, eso no quiere decir que sea algo bueno o malo.

Lo ideal es conservar tu integridad antes de venderte por un par de chucherías y opinar de manera sincera para no echar por tierra tu prestigio/reputación delante de tu comunidad.

Por ejemplo, empecemos por un ejemplo fácil, las reseñas de Amazon. Las reseñas de Amazon no son siempre de fiar; de hecho, si no hay reseñas malas en un producto empieza a desconfiar, sobre todo si el vendedor principal de ese producto no es Amazon directamente. ¿Que por qué os digo eso?, ¡muy fácil!, hay vendedores que te pagan por recibir buenas reseñas; ya sea devolviéndote el dinero del producto comprado o dándote códigos descuento para que el producto te salga gratis o casi gratis y si no opinas como ellos quieren que lo hagas entras en su lista negra y dejan de querer colaborar contigo. Pero no sólo son vendedores extranjeros los que hacen estas prácticas, también marcas de renombre se han sumado al carro de hacer campañas de prueba producto dejando una buena opinión del mismo en esta plataforma (o en otras). Y, a ver, seamos realistas, no me parece mal del todo que se haga, siempre y cuando las opiniones sean reales y tengan un fondo sincero, no que sean sólo por cumplir.

Y ahora que os he enseñado un ejemplo muy claro, vamos a hablar un poco sobre mis reseñas. Sí, yo fui revisora de Amazon hasta que me bannearon y se me impidió el acceso a hacer reseñas e incluso a hacer preguntas al vendedor/comunidad antes de decidirme a comprar algo; lo cual me fastidia más que el banneo. Ojo, porque mis reseñas de Amazon eran bastante parciales (aún las podéis leer en mi blog y verlas en mi canal de YouTube); obviamente algunas estaban más bien realizadas que otras por un motivo muy claro:

• si el producto era bueno podréis ver desde cómo se usa, mil detalles y explicaciones y detectaréis un tono de voz en el que se aprecia que me mola mucho el coso en cuestión,
• si el producto no era ninguna maravilla, el vídeo no era muy extenso ni había nada que dijera que era una maravillosidad,
• si no había mucho texto o no había vídeo* podéis contar que la opinión no era muy buena y esa no llegaba ni a ser parte de mis TeTesteos.

*(En algunos casos no había vídeo porque no era muy necesario para la reseña).

Pero, ¿qué pasa cuando la trampa no es tan clara a simple vista?, pues aquí es donde empieza el problema. Como os he comentado muchas son las marcas que colaboran con influencers previo pago de dinero o producto para que hablen maravillas de sus productos; y aquí es donde la integridad del influencer en cuestión hará que, a partir de ese momento, su opinión valga lo mismo que una moneda de chocolate. 

¿Qué puede pasar en el caso de no hablar bien de una marca? 

Yo siempre os digo lo que me parece el producto que pongo a prueba; sea para bien o para mal. También sabéis que cuando lo que reseño es un producto que de por sí puede no gustarme, ya sea por alguno de sus componentes o por el tipo de producto que es, os aviso de primeras y obviamente mi opinión no será la única a tener en cuenta para la reseña (para estos casos Carlos o mi madre formarán parte de la valoración para que sea más imparcial).

Por suerte, hay marcas que aceptan las críticas pero, por desgracia, hay otras que no se lo toman tan bien. Yo me he encontrado con ambos casos recientemente y quiero contaros cómo han actuado en cada situación:

• La marca en cuestión se lo toma bien, recoge tus comentarios para seguir mejorando, los toma en cuenta y, en algunos casos, se pone en contacto contigo para poder colaborar y ver si hay algo de su marca que pueda llegar gustarte de veras y así dejar de ser tu némesis. Quizás el problema de tus malas reseñas a la marca ha sido el no haber acertado hasta ahora con los productos testeados (eso no implica que a partir de esa colaboración todo lo que digas de ellos tenga que ser bueno; si algo no te gusta, se dice y punto).
• La marca se lo toma mal y te dice cómo debes hacer las cosas para ser más profesional: sólo deberías hablar del producto sin dar tu opinión personal (claro y entonces si no doy mi opinión personal, cómo podrá valorar la gente si puede o no gustarle si tenemos gustos similares); te hacen sentir culpable con chantaje emocional diciendo que no deberías hablar mal de X producto porque hay muchas personas trabajando detrás de la cara de la empresa (ellos quizás sean meros distribuidores y no estás hablando mal de ellos sino de alguno de los productos que tienen a la venta). Estas suelen ser empresas que colaboran con influencers que, por supuesto, hablan bien de todos sus productos porque así se los mandan gratis y pueden seguir recibiendo regalitos. 

En serio, ¡todo esto me ha pasado! En el primer caso me sentí muy halagada por dejarme conocer productos que de veras me sorprendieron y que nunca hubiera tenido en cuenta en mi cesta de la compra debido a mi mala experiencia con anteriores productos de la marca. En el segundo caso, hablo también de primera mano y no voy a dar nombres para no poner caras coloradas si me llega a leer el susodicho, aún me dura el mosqueo por la osadía de decirme cómo debo opinar o hacer en mi propio blog personal. 

Creo que este post ya está quedando un poco largo así que me voy a ir despidiendo pero quería contaros que, tras haber reflexionado durante un tiempo sobre lo sucedido hace unos meses (y haberlo comentado con algunas amistades), voy a seguir escribiendo mis post como lo he hecho hasta ahora: dando detalles técnicos de los productos reseñados, haciendo el testeo propiamente dicho y dando mi (nuestra) opinión personal para ayudaros a valorar si vale la pena, o no, el producto en cuestión. ¿Creéis que hago lo correcto o que debo cambiar mi modus operandi?, tenéis, como siempre, la sección de comentarios abierta para dejar vuestra sincera opinión. #CatsTalueg