16 de julio de 2011

LIG - Capítulo 3

Estábamos sentados uno al lado del otro, todo parecía perfecto con ella, era inevitable sonreír a su lado, son su forma de ser siempre me contagiaba la felicidad a su alrededor. Ella era morena y tenía el cabello liso y largo hasta media espalda, sus ojos eran de color miel, sus labios rojos y finos dejaban paso a una dentadura blanca como las perlas, tenía un cuerpo esbelto y delgado, no era la envidia de las modelos pero tampoco podía quejarse. No podía dejar de mirarla pero hoy había ido a hacer algo más importante que contemplarla así que me decidí a preguntarle por lo que estaba viviendo esos últimos días con sus gatitos.

– Bueno, guapa, cuéntame lo que ha pasado por aquí a ver si coincide con lo que el resto del barrio comenta que pasa en sus hogares.
– Bien, quizás te parezca una tontería, pero estoy muy preocupada, nunca había visto algo así. Cuqui lleva días huyendo de mí y con actitud un poco sospechosa y si sólo fuera él lo achacaría al calor pero es que el resto hacen lo mismo que él – se detuvo un momento para darle un sorbo al café –. Ya sabes que cada mañana les pongo una latita de comida porque no pueden aguantar sin su caprichito diario, sin embargo, estos últimos días cuando me levanto y vengo a desayunar desaparecen de la cocina y se esconden debajo de la cama. Pues por lo que he observado cuando me acerco se les oye maullarse los unos a los otros y cuando me acerco hacía ellos, dejan de hacerlo hasta que me voy.
– ¿Te has agachado a ver qué hacen ahí debajo? – le pregunté.
– Claro que lo he hecho, pero en cuanto me ven se quedan quietos mirándose. Además, esto te sonará raro, pero cuando se hablan entre ellos, tienen un tono de maullido distinto al de siempre.
– Que cosa más extraña, ¿no?. ¿Y has intentado sacar a alguno de ellos de debajo de la cama para ver qué es lo que pasa?.
– Pues claro que lo he intentado Toni, pero no hay manera de hacerlo, a la que pongo un brazo debajo de la cama se bufan y gruñen, a veces me dan hasta miedo, así que desisto y me voy. Pero lo peor de esto es que cuando llego a casa todos sus juguetes están revueltos por la casa y medio destrozados, al final no ganaré para juguetes gatunos.
En ese momento, Shat asomó su morrito rubio por la puerta del pasillo que daba al comedor, nos estaba observando igual que Michi había hecho un ratito antes. En cuanto se percató de que le habíamos visto salió corriendo con el resto.
– ¿Sabes que hace un momento Michi estaba mirándome igual que Shat hacía ahora mismo?.
– ¿Qué hago Toni?.
– Me gustaría decirte que todo irá bien y que esto no debe preocuparte pero es que es lo mismo que contaban el resto. Relájate y come un poco, te hará bien – puse mi mano en su hombro para tranquilizarla y noté que estaba temblando por el estado de nervios que tenía – me gustaría poder decirte algo que te ayudara a no pensar en esto por un rato, pero realmente no sé qué decirte que lo haga posible.
Por un momento estuvimos en silencio, ella con los ojos llorosos y yo dudando entre abrazarla o seguir con mi mano en su hombro. Al final me decidí y la rodeé con mi brazo y la acerqué a mí, apoyó su cabeza en mi pecho y estalló en un llanto entrecortado. Y entonces en un alarde de valentía le estampé un:
– Violeta, sea lo que sea lo que esté ocurriendo resolveremos esto juntos. ¡Sabes que puedes contar conmigo para todo y que nunca dejaré que te pase nada!.
Entonces, ella se despegó de mí, me sonrío y me miró mientras se secaba las lágrimas, y besó mi mejilla. Había quedado como el caballero andante de las historias medievales que tantas veces de pequeño había leído. Después de esto terminamos de desayunar en silencio, me alegraba ver que ya estaba más tranquila y comía un poco, eso le iba a hacer bien. Más tarde iríamos a ver qué hacían los pequeños peludos en el rinconcito donde se ocultaban.

4 comentarios:

  1. Good, good, good... Si et sembla bé, repassa el primer paràgraf... HI ha alguna repetició ("a su lado")...
    Toni, eh?
    A vore quan arriba el Cap. 4!
    E :)

    ResponderEliminar
  2. Si, l'hi he posat Toni, encara estic a temps de posar-li Eugeni si vols!, jajajja, ara li donc una ullada me n'he adonat mentres ho feia però no sabia perquè canviar-lo.

    ResponderEliminar
  3. Toni està bé... Si és el que t'ha vingut a la ment mentres creaves, és perque ha de ser eixe el nom del prota-narrador, veritat?
    E :)

    ResponderEliminar
  4. Bueno, de fet la idea primera era una altre nom, però... :$

    ResponderEliminar