Introducción
Violeta no entendía nada de lo que estaba sucediendo, cómo podía ser que su amigo del alma, aquél con quien había compartido tantas y tantas alegrías, tantas horas de cama y tazones diarios de refrescante leche ahora estuviera frente a ella apuntándola con una especie de arma láser y diciéndole a su vez que estuviera calmada que así no le pasaría nada…
…Uppps, perdonadme, no me he presentado y no sabéis que es lo que ha pasado para llegar a esta situación. Bueno, preparaos para lo que vais a leer y no os perdáis detalle, empezamos la historia de Cuqui, el “gato”, y de su compañera humana Violeta.
Esto es un proyecto pendiente q tengo hace años. A ver q os parece!
ResponderEliminarMiau miau! E:)
ResponderEliminarEsperando la continuación, Mercé!
ResponderEliminarTens de moment 7 per llegir, ara necessito els drets de les vostres mascotes!
ResponderEliminarTiene pinta d interesante!!
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