Hace unos meses, gracias a mi tía Nàriël Aerlïnniel descubrí este concursito de relatos breves de la mano de Noveleriando y nos hemos puesto de acuerdo para que me avise cuando hay que ir haciendo cosas para que no se me pase (este mes también he ido super justa de tiempo y estuve a punto de no participar. A ver si el que viene se me da mejor).
Durante varios meses mi tía ha quedado en primera posición en las votaciones públicas pero esta vez era mi turno; además, ella por fin logró ganar su microrrelato con las votaciones de jurado así que: ¡¡Enhorabuena!! Este mes anterior quedé ganadora de las públicas y fatal entre los primeros por jurado.
Os recuerdo la sencilla mecánica por si queréis participar: cada mes suben unas 5 fotos y se trata de entre todos elegir por votación una de esas fotos pues con ella se redactará el microrrelato. Hay un plazo para enviar el texto (150 palabras máximo y con pseudónimo) a la dirección de mail que ellos te indican y al inicio del mes siguiente empiezan las votaciones públicas, aunque luego el jurado es quién elige el ganador.
Este mes la imagen ganadora era esta foto de una chica y una barca:
Os recuerdo la sencilla mecánica por si queréis participar: cada mes suben unas 5 fotos y se trata de entre todos elegir por votación una de esas fotos pues con ella se redactará el microrrelato. Hay un plazo para enviar el texto (150 palabras máximo y con pseudónimo) a la dirección de mail que ellos te indican y al inicio del mes siguiente empiezan las votaciones públicas, aunque luego el jurado es quién elige el ganador.
Este mes la imagen ganadora era esta foto de una chica y una barca:
Como esta vez no tenía demasiadas ideas en la cabeza, igual me ha quedado un poco churro y no he plasmado lo que quería decir, aquí os dejo mi microrrelato que podéis leer en su blog:
Destino a todas partes
- ¿Dónde vas chiquilla? – me preguntó el marinero.
- No voy a ningún lado y voy a todos sitios, señor.
Mi barca, aquella que tantos instantes de placer nos dio ya no tenía fondo. ¡Ya no podría volver a surcar los mares como cuando era niña e iba con mi padre a ver las fosas marinas!
- ¿Y ese libro que llevas, niña? – me preguntó de nuevo el marinero.
- Mi destino, señor. - Y me senté en mi barca para ver cambiar el mundo desde la orilla de la playa.
- No voy a ningún lado y voy a todos sitios, señor.
Mi barca, aquella que tantos instantes de placer nos dio ya no tenía fondo. ¡Ya no podría volver a surcar los mares como cuando era niña e iba con mi padre a ver las fosas marinas!
- ¿Y ese libro que llevas, niña? – me preguntó de nuevo el marinero.
- Mi destino, señor. - Y me senté en mi barca para ver cambiar el mundo desde la orilla de la playa.
Ahora está en vuestras manos está decidir cuál es para vosotros el mejor relato. ¿Me dáis vuestro voto? ';)
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