22 de noviembre de 2011

LIG - Capitulo 8

Mientras tanto, en casa de Violeta, Cuqui les estaba contando el plan al resto para que empezaran a divulgarlo por los patios vecinos.
– Chicos, hay que ponerse las pilas, debéis maullar por los tejados para informar al resto de que se activa el plan ZY-2 y que las naves krØnianas llegarán en un par de días. Ya no hay vuelta atrás quien no quiera formar parte del nuevo mundo debe decirlo ahora, para poder avisar a Klαr de quien son los insurgentes y que nos diga qué debemos hacer con ellos – dijo Cuqui.
– Pero General, ¿qué pasará con Violeta?, ¿ha hablado ya con el Emperador? – protestó Trasto.
– La humana debe correr la misma suerte que el resto – dijo Shat – no debemos hacer excepciones, sólo debemos cumplir las órdenes.
– Pero Shat, ¿cómo eres así?. Ella te ha demostrado que se preocupa mucho por nosotros. Seguro que más de uno de los generales tiene el mismo problema con sus humanos – dijo Trasto preocupado.
–No debisteis cogerles cariño, ya sabíais a lo que veníamos, ¡no hay lugar para ellos! – gritó Michi.
– Oficiales, id a informar ya y dejad de pelear, cuando hable con el Emperador ya me dirá como actuaremos. Voy a llamar a los principales generales que tenemos distribuidos por el país a ver cómo se van a preparar. El operativo debe estar listo esta noche así que tenemos prisa para hacer llegar el mensaje. El resto es problema mío, no os ofusquéis y poneos en marcha – y Cuqui se fue al cuarto donde estaba su canasto para dormir a pensar en qué hacer.
Se tumbó y miró a su alrededor, ¿cómo iba a destruir la casa que era su hogar y que le había dado tanta protección?, y lo más importante, ¿cómo iba a hacerle daño a su querida amiga?. Era el momento de llamar al resto de los generales y para que no hubiera inconvenientes por parte de ninguno los iba a conectar a todos a la vez.
Se dirigió al cuarto de baño de Violeta y fue hacia el hueco que había entre el lavabo y el bidet allí apretó el botón que había detrás de las tuberías – ahora ya sabéis a qué se dedican cuando se tumban allí a observar a la nada –. Cuqui empezó a llamar a los generales y en un momento y por todo el continente empezaron a sonar sus intercomunicadores; él sólo debía hablar con los generales europeos con los que había hecho el adiestramiento, el resto serían informados por Klαr.
Poco a poco la pared del cuarto del baño de la casa del gato jefe empezó a llenarse de pantallas de luz que habían salido de la nada. Todos los generales fueron haciendo acto de presencia rápidamente desde distintos puntos de la geografía española como Barcelona, Madrid, Toledo, Navarra, Vitoria, A Coruña, Asturias y de alguna que otra ciudad europea, para conocer cómo debían proceder desde ese momento en el mundo humano.
Oasis, el gato persa desde Florencia; Tigre, desde Stuttgart; Kiwi desde Berlín; Balú y Linsha desde Vitoria-Gasteiz; los hermanos Dexter y Lexter desde Santa Cruz de Mondoy; Kira desde Montealto; Minos y Nut, Stevie y Alytes, y Niko, Lía y Kika desde Madrid; Nano desde Oviedo; Sombra, Bau y Loca desde Portugalete y Bender desde Toledo fueron los primeros en llegar a recibir las órdenes del general al cargo.
– Oficiales, ¿están todos presentes o saben algo de los ausentes? – dijo Cuqui antes de empezar a contar el operativo felino.
– Señor, creo que estamos todos los que debemos estar. Si falta algún oficial sospecharía de traición al planeta KrØn. Revise y veremos quién falta por llegar – dijo Lexter.
– Quizás están despitando a los humanos para poder venir. Sed un poco pacientes – dijo Bender.
– No hay tiempo que perder la situación en KrØn es desesperada – apeló Linsha preocupada.
– No os peleéis entre vosotros que no es el momento – gritó Cuqui – debemos estar más unidos que nunca. Antes de todo quiero preguntaros una cosa.
– ¡Díganos general! – hablaron todos a la vez.
– Un momento, por favor, se presentan los oficiales Chivi y Pelusa desde Sabadell, hemos tenido un pequeño inconveniente y no podíamos acceder al centro de comunicaciones pero ya podemos proseguir con la reunión.
– De acuerdo – tragó saliva–. Sé que muchos estáis preocupados por vuestros humanos y su supervivencia tras esta batalla. Bueno, al menos yo lo estoy por mi amiga Violeta y quería proponer al Emperador un trato de favor para aquellos que siempre han mirado por nuestro bienestar, pero quería saber cuántos apoyarán esta propuesta y cuántos no lo harán.
– Eso es traición señor – interpeló Sombra.
– No, no es traición, aquí lo llaman Amistad y Amor. Y Violeta, por lo menos, nos adora como a reyes ­– insinuó Trasto.
– Deben perecer todos, ese era el plan – dijo Lía.
– Son unas directrices lo que nos dijeron, no seáis así, no creo que los humanos hayan sido malos con vosotros ni os hayan dejado de mimar en todo momento… – insinuó Oasis.
– No veníamos a encariñarnos con ellos sino a invadir el planeta y salvar a la raza krØniana. No quisiera tener que hablar con el Emperador para contarle su plan, Cuqui – rechinó Shat.
– Bueno, debemos decidir… cómo veo que hay varias opiniones en contra, lo que haremos es que cada uno me enviará su decisión por mensaje secreto y cifrado y así nadie se sentirá obligado a sentirse culpable. En media hora nos reuniremos de nuevo y os comunicaré la decisión y el plan de ataque. Estáis todos avisados, no podemos retrasarnos más, así que avisad a aquellos que creáis que deberían estar aquí y por lo que sea no han podido personarse. Corto la transmisión.
Cuqui estaba muy preocupado, varios oficiales habían coincidido en acabar con la raza humana incluso con los que eran sus seres queridos y no sabía cómo serían las reacciones del resto. Hacía falta esperar y a partir de ahí sabría a que enfrentarse cuando hablara con Klαr.

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